Entradas

Pitis me dio,

Un tipi Dos tipitipis Tres tipititipis Cuatro pitis ¿Cuántos más para contarte? La huella queda impregnada entre tus dedos. ¿Por qué habría de ser un secreto escribir de ti?, ¿escribir de un bello recuerdo? que fluye con facilidad en cuanto se reincorpora al cauce de una melodía en bucle. Sí sabes… Sí sabes que te echo de más. De mucho más. Aunque a veces más hay que decirlo. Que las palabras se mantengan firmes en su propia existencia, en su propia admiración y sutileza, en su propia vibración. ¿Dónde me quieres encontrar? Qué bien escuchas los susurros de mi voz, son tan claros como la noche de plenilunio, tan claros como el roce de tu mirada y la sonrisa que la acompaña. Gracias, por permanecer en lo más bonito de mi alma.

#8/9m

Imagen

Quantum

Otras noches habían se vestido de otros colores más tersos y cotidianos, pero esta noche el planeta compartía muy de cerca su órbita con la estrella mayor y el más profundo de los satélites de nuestra galaxia, permaneciendo así iluminada. Destacó la constelación Diosea con estrellas menores que cruzaban risueñas e inquisidoras sobre nuestra respiración. Nosotras, enamoradas, habiendo escapado de su imaginación, tejimos de un extremo a otro nuestros cabellos y soñamos la formación del agua en nuestra piel, sostuvimos el Universo entre las piernas y lanzamos al infinito un cordón dorado de miel. Maduras las semillas de café fundían unísonas los sabores con sutiles perfumes de cacahuate tostado y besos para beber. Los hechos se registraron por milenios atemporales en vórtices visibles e indivisibles expuestos a la extrema sensorialidad de la creación, consumando misterios sin palabras y sin límites.

Mamá,

Me crecen las raíces, mamá. Veo sus matices, sus texturas, huelo sus aromas, mamá Desprendo algún cabello por las mañanas que el viento invita a bailar hasta llegar a una de mis ramas chiquitita, apenas comienza a tener esa fortaleza como la de tus brazos, mamá Quiero crecer grande, mamá Así como los almendros y los ramones, mamá Así de florido como la flor de mayo, mamá o como el flamboyán, mamá o también como el maculís, mamá Escucho sus voces, mamá Escucho cuando lloran de alegría y cuando lloran porque no encuentran la paz, mamá A veces estornudo por el zumbido de las abejitas y les echo un tronquito o una semilla, a ver si así se espabilan, mamá También los pájaros que les escuchan tiran sus gracias, mamá a ver si así confían, mamá Mamá, veo el cielo de muchos colores, ¿eso es natural, mamá? Quiero ser el más alto para verlo todos los días, todas las horas, mamá. ¡Podría vivir más de cien años, mamá! Para que yo llegara a comprender cómo nacen los col

Voluta de v¡ento

Ayúdame a crear este cuento pequeño, tan pequeño como una voluta de viento que posa aquí, en este cuenquito entre las palmas de tus manos. Es tan pequeña que respira muy, muy suavecito. Para escucharla, para sentirla, hay que vaciar todos los cántaros de agua, acercarse cuidadosamente a ella y prestar larga, larga atención en lo que quiere decir… Respira suavecito con ella, acompáñala con tu corazón. Imagina que se convierte en una letra, o en un sonidito muy chiquito, o en un gran estruendo de huracán, o en una medusa de calor jugando entre tus dedos, bailando como un susurro de tu interior muy delicado… Ella es un regalo de tu propia creación, grande y maravillosa. Puedes jugar con ella todos los días, escuchar algo nuevo en cualquier momento, puedes conocerla un poco más, ver cómo crece, cómo se transforma con el polvo del tiempo, si cambia de color, o de forma, si tiene más brillo u otro sonido… Puedes sentarte, caminar o silbar a través de ella… Puedes expandirte

Bello Corazón

Para invertir mi energía donde creo y confío,  donde hay una corazonada del tejido destellante y florido, escribo… Gracias… Gracias por tu valentía para sanar tu vida, tus vidas pasadas y nuestro linaje. Tu espíritu me lee y me comprende, pues el espíritu de todo está presente y nos observa y nos siente.  Está bien, a tu propio ritmo, cariño mío, yo sólo tengo fe en que nos encontramos en el mismo camino, de la mano, corazón a corazón, contenidas e integradas a nuestro único y más alto propósito… ser luz y brillar. Pido sinceras disculpas de mis ofensas, mis prejuicios y mis prepotencias; soy humana en crecimiento, en la elocuencia del eterno presente, agradecida por esta mente, este corazón, este cuerpo, estas manifestaciones.  Rezo por mí, por mi madre, por mi padre, por mis hermanas y mis hermanos, por mis abuelos, mis abuelas, mis tíos, mis tías, mis primos, mis primas, mi pareja y todas las anteriores. Rezo por la humanidad y la naturaleza. Continuo con caute

La ocarina canta más

La ocarina es de barro, muy bello, muy antiguo. Si la tapo toda, no canta, si la presiono fuerte, la rompo. Cuando no la silbo, yace en mi altar. Mas procuro que no se llegue a empolvar.